Coloquio

El discurso de Susana Díaz iba muy dirigido a la militancia. En el encuentro del Foro Joly había muchos cargos públicos y candidatos a las alcaldías, así que aprovechó la ocasión para reivindicar el sistema de elecciones primarias como un método para evitar el «cainismo».

Si alguien sospechaba que el PSOE andaluz se ha vuelto de lo más zapaterista, su número dos acabó con todas las dudas. Dijo que se sentía «heredera» del 35º Congreso del PSOE, el cónclave que ganó Rodríguez Zapatero y a partir del cual las primarias quedaron instauradas en este partido para la elección de candidatos. No es casualidad que el fin de semana pasado Zapatero volviera a insistir en su convicción de que las primarias son el signo de distinción de su partido. Aunque no es menos cierto que el PSOE andaluz suspendió las primarias en toda la comunidad autónoma para que los militantes pudieran elegir a sus candidatos a las alcaldías. Eso no lo recordó.

«Creo -aseguró al respecto- que el actual momento es muy señalado para destacar que pocas personas como nuestro presidente han creído tanto en la democracia interna, y ha puesto tanto de su parte para abrir el partido al debate y para desterrar el cainismo entre nosotros». Y más: «José Luis [por Zapatero] se hizo cargo del partido en un congreso inolvidable por sus lecciones de democracia».

Ya José Antonio Griñán ha reivindicado este congreso como el del nacimiento de un nuevo partido donde la crítica y la apuesta por líderes distintos no es castigado como en épocas anteriores. Susana Díaz también aseguró que el PSOE andaluz transcurrió por esa senda, hasta llegar al congreso extraordinario de marzo de 2010, cuando Griñán fue elegido secretario general en sustitución de Manuel Chaves.

«Somos un partido renovado -mantuvo-; somos el PSOE que hace un año terminó un proceso de renovación y que ha abierto una etapa distinta. Somos un partido nuevo con 132 años de historia».

Claro, que en el turno de preguntas alguien le cuestionó cómo casaba su admiración por Alfonso Guerra con la posición de éste, que es contraria a las elecciones primarias. Díaz no eludió el asunto, se reafirmó en su admiración por Guerra, que ahora acompaña al candidato de Sevilla, Juan Espadas, en la lista de las municipales, pero mantuvo su apuesta por las primarias. Tan de Guerra es que en su discurso se refirió a un pasaje de Machado que también fue citado por el ex vicepresidente del Gobierno cuando fue nombrado el 28-F pasado Hijo Predilecto de Andalucía, ése en el que el poeta sevillano, muy pequeño aún, conoció al fundador del PSOE, Pablo Iglesias, no supo lo que decía por su edad, aunque reconoció en «el timbre de su voz la verdad humana».

Sobre la dimisión de Luis Pizarro, al que definió como una de las personas más destacadas de su partido, fue contundente: «Yo no me habría ido». «Yo tengo que estar hasta el final, respeto su decisión, pero no la comparto», dejó claro la secretaria de Organización. Susana Díaz mantuvo que el liderazgo de José Antonio Griñán no admite discusión, y que será candidato a la Presidencia de la Junta en 2012 ocurra lo que ocurra en las elecciones municipales del 22 de mayo, aunque en su opinión el PSOE no perderá ni Sevilla ni Jaén ni ninguna de las diputaciones.

Y sobre el adelanto que el PP le lleva en los sondeos, mantuvo que el partido de Javier Arenas «es especialista en ganar encuestas y perder elecciones». Es más, auguró la derrota del PP en las autonómicas. Ya en estado puro, Susana Díaz aseguró del líder popular: «En el fondo, me da lástima la criatura. ¿Alguien piensa que seguirá en Andalucía cuando pierda las elecciones?».