Coloquio

Después del Doce viene el Trece. Después de una concentración de actividades de todo tipo, el Consorcio para el Bicentenario de la Constitución quiere que quede un legado de esta celebración que perdure y sea un referente a nivel internacional. Así, el presidente del Consorcio del Bicentenario de la Constitución de 1812 y consejero de Gobernación de la Junta, Luis Pizarro, anunció ayer en su intervención en el Foro Joly la creación de la Fundación Cádiz Libertad con el objetivo de gestionar el Museo de la Libertad y el Observatorio y Centro de Estudios del Constitucionalismo Moderno, para el que todavía no hay una ubicación concreta.

La Fundación está todavía por diseñar y decidir los patronos que la van a integrar, pero además de las administraciones que han venido participando en la celebración de la efemérides, se le quiere dar una dimensión internacional donde se le podría dar cabida a parlamentos europeos e iberoamericanos y a otras entidades de prestigio como la Casa de América y el Real Instituto Elcano.

Tal y como adelantó Pizarro en el Palacio de Congresos y Exposiciones de la capital gaditana, el objetivo de la Fundación es poner en marcha iniciativas orientadas a «calibrar la calidad» de la democracia en España y en los países iberoamericanos y, al mismo tiempo, todas aquellas iniciativas que analicen todo lo concerniente a la Constitución de 1812.

Este proyecto busca, según el presidente del Consorcio, tener una actividad que sitúe a Cádiz a partir del año 2013 «como un foco de atención de eruditos, políticos, estudiosos e investigadores». Básicamente, mantener una actividad constante de acciones concretas «para conseguir situarnos como referencia».

No hay que olvidar, tal y como resaltó Pizarro, que formarán parte del mismo los más de 200.000 documentos que se han digitalizado en la apuesta por la recuperación del patrimonio. Este centro de estudios, con el de Interpretación del Parlamentarismo en San Fernando y el patrimonio cultural rehabilitado, «han de hacer de ambas ciudades un foco de atención cultural, académica y turística».

Pizarro desgranó en su intervención el legado que ha dejado la Constitución de 1812 y sus similitudes con la actual.

Pero sobre todo quiso hacer ver a los asistentes «la oportunidad única» que se le presenta a la ciudad: «El 2012 es un puente hacia el futuro».

Y en ello tiene una importancia fundamental la promoción turística, no sólo para el Doce, sino para vender ese legado más allá del Bicentenario. Pizarro anunció ayer que antes de final de año se va a firmar «un ambicioso convenio» entre la Junta, el Gobierno central y los ayuntamientos implicados en la efemérides para la mejora de las infraestructuras turísticas y la promoción del Doce.

Esto enlaza con lo que define como «un acierto» de la puesta en valor de toda la arquitectura defensiva de estas ciudades «como atractivo turístico de primer orden».

En este asunto es donde Pizarro aprovechó para hacer pública otra de las intenciones de las administraciones. El que calificó como «centro neurálgico» de la celebración en el año 2012 es el castillo de San Sebastián, en el cual se está haciendo una importante labor de rehabilitación. En la fortaleza se van a albergar exposiciones, conciertos, espectáculos y todo tipos de actividades. Así, el consejero de Gobernación señaló que la programación va a estar articulada por un grupo artístico de renombre como La Fura dels Baus y en la misma habrá eventos específicos de pequeño y también de gran formato.

La rehabilitación del castillo de San Sebastián no ha estado exenta de polémica, ya que en el proyecto inicial se estipulaba la recuperación del antiguo muelle del Socorro para la entrada de catamaranes, lo que obligaba a realizar un dragado y a romper buena parte del roquedo del canal de entrada a La Caleta. Una vez que Pizarro llegó al Consorcio, se desechó este dragado.

El conferenciante ayer en el Foro Joly hizo pública la intención que tiene el Consorcio de proponer a las administraciones la aprobación de alguna figura de «protección integral» de todo el entorno de La Caleta. Además de esta figura se trataría también de definir los usos de los distintos edificios que hay en la zona, como por ejemplo el balneario de La Palma y el club Caleta.

Aprovechando el auditorio que tenía al mediodía de ayer, Luis Pizarro hizo un llamamiento a los emprendedores y empresarios de la ciudad y de la Bahía de Cádiz para que se impliquen en el trabajo común del Bicentenario porque así se multiplicarán «los efectos positivos» para ese desarrollo económico y se crearán las bases «para seguir impulsando la creación de empleo». En este sentido, afirmó que el Bicentenario «es una tarea en la que todos tenemos que arrimar el hombro», porque «el perfil de Cádiz va a cambiar con motivo del Doce».

Luis Pizarro tiene muy claro que hay muchas infraestructuras y proyectos que no se hubieran hecho o se hubieran atrasado en el tiempo si no llega a ser por esta efemérides. Desde el segundo puente, pasando por la llegada de la alta velocidad, la ampliación del puerto, el tranvía y el hospital entre otros.

Grandes exposiciones, congresos internacionales, espectáculos de primer nivel, la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado…..: «Cádiz deberá estar preparada para atender la importante demanda que se va a producir en sectores como la hostelería o el comercio, que tendrán que hacer un esfuerzo para ofrecer lo mejor de sí mismos».

Y hay que hacerlo para volver a ser el foco mundial como lo fue Cádiz en 1812, en aquella Constitución «en la que los españoles pasamos de ser súbditos a ciudadanos». Esto marca un hito en la historia de España. De ahí que surgiera entre los asistentes una pregunta en el posterior debate moderado por el director de Diario de Cádiz, Rafael Navas: «¿Debe la Unesco declarar a la Constitución de Cádiz Patrimonio de la Humanidad?».

A Luis Pizarro no le parece mal la idea pero primero cree que hay que fundamentar muy bien el tema para que sea bien acogida. Por ello abogó por que «seamos capaces de transmitir la fuerza del Doce para dar un paso importante con la celebración futura». Así, dijo que esta iniciativa «requiere su tiempo» y recordó que el flamenco ha tenido que sufrir antes tres decepciones para conseguir la declaración.

Y si en la de 1812 se pasó de súbdito a ciudadano, en la vigente de 1978 «va mucho más allá porque nos iguala a a todos los españoles». Sin embargo, la primera no tiene menos importancia «porque sentó las bases de la política tal y como la conocemos actualmente». Lo que ocurrió en San Fernando y Cádiz entre 1810 y 1813 «fue algo sencillamente extraordinario. Celebramos el hecho fundamental de lograr, en tiempos muy difíciles, la libertad en nuestro país».

Pizarro confesó ser heredero de aquella Constitución. Pero planteó una pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre recordar nuestro pasado y sentirnos herederos de él?. Pues el mismo presidente del Consorcio dio la respuesta, «si nos quedamos sólo en recordar el pasado corremos el riesgo de caer en la autocomplacencia y el conformismo». Por todo ello tiene claro que sentirse heredero de aquel pasado «supone adquirir un compromiso activo con los principios políticos de la democracia».

En ese punto el discurso de Pizarro dejó algunas frases profundas que lo que buscan es que la celebración del Bicentenario no sólo sea un elemento para recordar al pasado, sino para mirar hacia el futuro, hacia un nuevo futuro. Para ello hizo suya una frase de un directivo de la Coca-Cola, Douglas Ivester, que dijo aquello de que «no dejes que tus recuerdos sean más grandes que tus sueños».

Para terminar, las grandes cifras del Bicentenario. 1.452 millones de euros de inversión del Gobierno central en las distintas actuaciones; otros 364 de la Junta de Andalucía; y ocho los millones que se han conseguido de momento por el patrocinio. Ahora queda lo difícil: que todo ello luzca como debe.